lunes, 3 de septiembre de 2018

Un error no es caída

Una vez tuve que reiniciar el Shadows of Mordor.

Shadows of Mordor es un juego recreado en el universo de El Señor de los Anillos, donde Talion, un explorador de Gondor asesinado por la Mano Negra de Sauron, es resucitado por un espectro para completar su venganza. Consiste básicamente en ir con Talion explorando el mapa de Mordor asesinando orcos y cumpliendo misiones, mientras se va desarrollando una historia.

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El problema que encontré con este juego es que yo era muy novata al momento en que me lo regalaron, y que cada error que uno comete se convierte en una grave consecuencia. Cada vez que un orco te mata, se vuelve más fuerte, por lo que el nivel de dificultad aumenta a medida que uno se equivoca. Llegó un punto en el que el juego se me hizo insoportable porque no me daba la libertad de equivocarme como yo quería, ya que cuando volviera a jugar se me iba a hacer mucho más difícil completar las misiones como consecuencia de mi error anterior.

¿Pero acaso la vida no es así?

Quienes hayan jugado videojuegos saben bien que con la práctica uno le termina sacando la mano a la forma de cumplir con las misiones que se presentan, y muchos juegos actuales tienen la ventaja de "reiniciar en el último punto de guardado" que desligan al jugador de la responsabilidad de perder o equivocarse. A diferencia del Shadows of Mordor, estos juegos siguen igual, hayas perdido una, dos, cientos de veces. La modalidad de juego y la dificultad va a ser la misma, mientras que en este juego en cada misión tenés que pensar muy bien tus acciones antes de cometer un error.

La vida misma. Si en el colegio o en la facultad no estudiabas lo suficiente, podías reprobar o llevarte la materia, mientras que un error en el trabajo puede implicar pérdida de dinero y un error en la pareja o con amigos puede implicar un problema en la relación.

Para mí, en su momento, se me volvió insoportable, y no por la dificultad del juego, sino por la falta de paciencia y lo mucho que me costaba ver tangibles las consecuencias de mis equivocaciones. Muchas veces nos pasa esto a las personas, no abrazamos la experiencia que tenemos al equivocarnos, que son los momentos en los que más aprendemos, por miedo a las consecuencias.

En la vida creo que hay que ser exigente, pero no hay que confundir la exigencia con la presión. Durante mucho tiempo me consideraba exigente conmigo misma, pero en realidad me estaba generando presión porque las cosas salieran sí o sí bien, cuando ser exigente en realidad implica intentar actuar de forma correcta, en lugar de hacer las cosas así nomás y que te de lo mismo el resultado.

Ser exigente es dar siempre lo mejor de uno, mientras que ser responsables es asumir las consecuencias de nuestras acciones, para bien o para mal. Solemos estigmatizar los errores cuando no estamos dispuestos a hacernos cargo de las consecuencias y muchas veces juzgamos también al otro por equivocarse, cuando cometer un error es la reacción más humana de todas las decisiones que una persona puede tomar.

Ojo, hay errores y errores. La negligencia es un caso completamente diferente, sobretodo cuando estamos actuando sobre la vida del otro. En la medicina no puede haber negligencia, en la paternidad no puede haber negligencia, en la administración pública un error puede perjudicar a millones de personas. Allí la responsabilidad no pasa sólo por asumir las consecuencias sino por ser exigentes desde el momento en que actuamos.

A esta altura de la nota le comenté a mi novio que me estaba costando cerrarla y me contestó que "le pregunte a Frodo cómo volver a Mordor", y me quedé pensando en la idea de volver a intentarlo. A diferencia de Frodo y su travesía con el anillo, creo que yo sí podría volver a jugar al Shadows of Mordor, incluso me gustaría ver cómo sería mi experiencia luego de varios años de juego.

El tiempo le da al gamer la práctica y la paciencia necesaria para cumplir con los objetivos. En la vida debería pasar lo mismo. Lo que uno debería hacer para ser exigente en sus acciones es estar atento para no volver a cometer los mismos errores y avanzar, aunque sea a pasos pequeños, pero no castigarse por los errores cometidos, porque vivir bajo presión es un verdadero infierno.

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¿Alguna vez cometiste algún error que te costó perdonar? ¿Qué aprendiste de ese error? Muchas veces preguntarnos qué aprendimos de nuestras equivocaciones nos ayuda a reconciliarnos con nosotros mismos.

Muchas gracias a todos por leerme, ¡nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

jueves, 9 de agosto de 2018

Mujer bonita es la que lucha



Ayer en Argentina fue un día histórico, a pesar del NO y de tener que esperar uno o dos años para lograr la conquista que tanto deseamos por sobre nuestros derechos. Quienes me siguen desde el comienzo saben que soy mujer, tengo 27 años, y mis amigos más cercanos saben que llevo un proceso de deconstrucción de hace ya varios años. Me costó entender que era dueña de mi propio cuerpo, de mi propia voz, que mis derechos no están subordinados al "quédebohacer" definido, en la mayoría de los casos, por un hombre, y que, incluso cuando esos mismos derechos son pisoteados por una mujer, puedo levantar la voz y reclamar por lo que me parece justo.

Desde pequeña que me sentí más identificada con personajes masculinos que por querer ser "la Power Ranger rosa" o Sailor Moon. No me importaba escoger personajes masculinos o villanos a la hora de realizar juegos de rol, sino que al contrario, me agradaba hacerlo. Si tocaba ser la dama en peligro o la chica linda del grupo era porque tocaba por descarte o porque jugaba con mis amigos varones, pero no lo exigía. Me causaba mucha más atracción la libertad que tenían esos personajes ambiguos, o mismo los personajes varones, para hacer y deshacer acorde a sus deseos. Luego, seguramente se pagaban las consecuencias por ser el villano y fallar en el intento por destruir el mundo, pero la libertad que brindaba el pensar y desarrollar ese plan maléfico no tenía precio. Era algo parecido a un ritual para liberarse un rato del superyo.

Por suerte, en el mundo de la ficción, tanto en las series como en la cinematografía, los personajes femeninos fueron evolucionando bajo una mirada un poco más feminista. Y digo un poco, porque a pesar de los avances somos bien conscientes que falta un arduo camino por recorrer.

Son muy pocos los casos en los que las villanas mujeres se imponen frente al héroe masculino, y de los casos que se me ocurren, algunos son un poco cuestionables. Las grandes villanas de Disney ejercían su opresión hacia las heroínas o protagonistas mujeres, y si aparecía un príncipe era él quien se convertía en héroe o defensor de "su" princesa. Por este motivo es que Mulán es un caso paradigmático como mujer protagonista dentro de su universo. Es ella quien salva al patriarca de su familia desobedeciendo a su mandato y convirténdose en una heroína de guerra en la antigua China.

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El resto de los villanos son en su mayoría hombres poderosos, ya sea desde la magia o desde su poder político y social, que oprimen a la chica débil hasta enfrentarse a su archienemigo que lo logra vencer.

En Marvel empezaron a aparecer personajes cuya fuerza no estaba en el buen físico o su trastorno mental (palito para DC), sino en habilidades como la superfuerza, poderes psíquicos e incluso la suerte. Por el lado de DC, la Mujer Maravilla fue el primer personaje que apareció como símbolo del empoderamiento femenino, no solo en el mundo del cómic, sino también en el cine, de la mano de Patty Jenkins, primera directora mujer en el universo cinematográfico de los superhéroes. Y sí, hizo falta una mujer al volante para representarnos como nos merecemos.

Podemos mencionar también que Pixar en su última entrega de Los Increíbles 2 planteó un cambio brusco en los roles dentro de una familia cuya historia se viene construyendo hace más de 10 años, lo cual considero un logro. Mantuvo la esencia de los personajes, continuando la historia como si no hubiese pasado el tiempo y planteando una nueva realidad en el rol de la mujer en la casa y en el mundo del trabajo a través del desarrollo del personaje de Helen (Mrs. Increíble) a lo largo de la película.

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Tal como dije antes, los primeros pasos ya los estamos dando ya que el mundo está en pleno cambio y las consumidoras de ficción estamos atentas a que la industria responda ante este cambio, sin embargo falta mucho camino por recorrer.

Deseo enormemente que este cambio global lo podamos acompañar con leyes que amplíen nuestros derechos, para que el cambio no sólo sea ideológico, sino también en lo práctico.



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Si llegaste a leer hasta acá, te quiero decir GRACIAS! Hace mucho tiempo que no escribía porque estaba muy ocupada entre la facultad y el trabajo (sorry si hay faltas de ortografía o de redacción jaja), pero toda la movida de ayer me dió muchas ganas de volver a hacerlo. FrikOn es un blog al que le tengo mucho cariño en el que me gusta brindarle una visión personal y social a temas que me gustan del mundo friki. Espero de a poco volver a dedicarle el tiempo que le dedicaba al principio y que les gusten mis notas.

Cualquier comentario que me quieran realizar al respecto de esta nota, pueden escribirme en los comentarios o a través de mi página de facebook: https://www.facebook.com/frikonblog/

Por último, los invito a nuestro grupo "Los manijas del estreno", en el cual organizamos salidas para ir a ver películas al cine el día del estreno: https://www.facebook.com/groups/568222006875973/

Que tengan un muy buen día y gracias por leerme! :)

martes, 28 de febrero de 2017

Tentarse es humano

Hace dos meses que empecé la dieta. Creo que es la sensación más extraña que tuve en mi vida. Por un lado el orgullo y la satisfacción de la meta cumplida (me entran algunos pantalones nuevos), por el otro la tristeza de no poder sucumbir al pecado y comer esa porción de torta de chocolate con dulce de leche que me llama a gritos desde la vidriera de la panadería. Es estar ahí de frente, babeando como perro de Pavlov, mientras la hija de puta se muestra vistosa, brillante, con sus capas gruesas de relleno buscando tentarme y que renuncie al paraíso terrenal de la moda y el buen estado físico.

Algo así le debió pasar a John Wick. Es la primera vez que me logro identificar con un asesino de película de acción a puros tiros, sangre y peleas acrobáticas, pero no pude evitarlo. Me encariñé, vi las dos películas seguidas y dije "si, este tipo está totalmente cuerdo en lo que hace". El sujeto pasó más de la mitad de su vida matando gente de la forma más profesional posible, como yo comiendo la torta de chocolate, para que una vez que decide hacerse aparte de toda esa mafia le digan "tomá, acá tenés un nuevo motivo para matar, un arma con X cantidad de balas y vía libre". Es lo mismo a que me pongan la torta en la cara.

¿Y cómo no tentarse? Te arrebatan de tu vida las dos cosas que más amás y se muere el amor de tu vida, te parten al medio. La fuerza de voluntad se te va al carajo. Y ahí estás, con un fierro en la mano y el pecado a la vuelta de la esquina, porque sabés la dirección en la cual se encuentra tu próxima víctima, sabés la dirección de la panadería y el estante exacto donde está la última porción de torta. Y también sabés que esa porción de torta no va a durar mucho, porque si no lo liquidás vos va a venir otro atrás y te va a dejar con las ganas. Ese muerto no se puede morir dos veces, te dice una voz interna. Ese muerto tiene que ser tuyo.

Y la historia no sólo termina ahí, porque una vez que pecaste ya estás manchado, y volver a la "dieta" se te volvió mucho más complicado que empezar. Entran terceros a decirte "ya mataste a uno, ya volviste, no te hagas el tonto que hay muchos más por matar", e intentás decir que no y el mundo se te prende fuego alrededor. Aparecen decenas de porciones de torta que liquidar y por más que maldecís al mundo por ser tan injusto y maquiavélico, te volvés a calzar la chaqueta, el arma y salís a matar porque la tentación es más fuerte que tu convicción.

Ese es John Wick, esa soy yo. Puedo decir que estoy orgullosa de que no me hayan aparecido tantas porciones de torta como para quebrarme, pero no dudo en que esto sería posible.

John Wick, el personaje de acción brutal más humano que existe.





John Wick 2, Un nuevo día para matar se estrenó este jueves 23 en los cines de Buenos Aires. Muy buena película, divertida y cargada de acción. 

Les agradezco por leerme, estoy de vuelta! Nos vemos en la próxima nota.

Goshi.

martes, 3 de enero de 2017

Inmortal y atemporal

Cuando uno ve a Cumberbatch en la serie realizada por la BBC, lo que menos puede uno pensar es que el personaje que está interpretando fue creado en el año 1887. Sí, hace más de 120 años.

Estamos hablando del famoso Sherlock Holmes, detective contextualizado por Sir Arthur Connan Doyle en Gran Bretaña de fines del siglo XIX, que fue protagonista no sólo de una gran cantidad de cuentos, sino también de varias películas debido a su popularidad. Pero esta vez, de la mano de Steven Moffat y Mark Gatiss, entre otros directores que fueron colaborando en cada uno de los episodios, la serie nos trajo una mirada distinta a través de una interpretación contemporánea del fenómeno.

Sherlock pasó de ser un detective con aires de señor inglés antiguo, a un sujeto digitalizado, con teléfono celular, y cuyas aventuras son compartidas por su fiel compañero Watson a través de un blog como este. Entraron a jugar las redes sociales, cambiaron un poco los estereotipos que presentan las historias, pero la figura de Holmes parece en cada entrega mantenerse intacta, como si su sociopatía le permitiera aislarse de cualquier espacio-temporalidad que lo rodee.

El primero de enero se estrenó el ansiado primer episodio de la cuarta temporada. Tuvieron que pasar tres años para que semejantes actores pudieran coordinar y dar a luz una nueva entrega de la serie. Pero más allá de los actores, la producción y los increíbles guiones que adaptan tan bien el mundo que quiso ilustrar Sir Arthur, creo firmemente que lo que subyace como clave del éxito es este concepto de globalización del personaje, como un reflejo exacto de lo que pasa en la cabeza de los lectores.

A todos nos tocó alguna vez leer en la escuela al menos un cuento de Sherlock, y es de público conocimiento que no puede haber un Sherlock sin un Watson. Esta serie cumple con su objetivo porque respeta a rajatabla esta consigna que tan grabada nos quedó desde pequeños o de grandes. Cualquier situación de desapego de este par pasa a convertirse en un nudo dentro de la trama, y tanto Sherlock como nosotros sufrimos porque llegue pronto el desenlace.

Al mismo tiempo, todos tenemos una imagen mental diferente de lo que es el personaje. Todo es válido en la producción de una nueva pieza con Holmes como protagonista, siempre y cuando haya un Watson dentro de cada historia, y Sherlock luzca ese gorro tan particular sosteniendo una pipa en su mano derecha. Quizás en esta serie no recalcan estos aspectos icónicos de la apariencia más allá de cierto homenaje realizado en uno de sus episodios, pero conserva la personalidad única e inconfundible que tiene este detective.

Siento que van a pasar los años, y la gente va a seguir leyendo los cuentos de Sherlock Holmes, comprendiendo al 100% la lectura. Otro personaje del estilo que no hubiese sido concebido de forma tan impecable como lo hizo Sir Arthur Connan Doyle con Sherlock Holmes, hubiese sido un incomprendido.

Lo que logró este escritor con tan clara narrativa es crear un ícono, un personaje inmortal y atemporal que podrá ser interpretado en cualquier contexto que nunca va a quedar desubicado, así como tampoco logró corromper al personaje un contexto tan simbiótico como la contemporaneidad. Total, él tampoco va a tener la intención de mezclarse con la sociedad. No va a dejar nunca de ser el irónico, inquieto y sociópata Sherlock Holmes.




Gracias por leerme, hasta la próxima nota!

Goshi.

viernes, 30 de diciembre de 2016

Activando modo RPG 2017

Hace pocos días tuve la suerte de bajarme un juego que se llama Stories, The Path of Destinies, el cual me encantó. Es un juego de rpg que, para que lo puedan comprender fácilmente, me resultó lo más parecido a uno de esos libros de los 90, "Elige tu propia aventura" (y se me cayeron dos sotas). El protagonista es un zorro líder de la rebelión, con el cual atravesas la plataforma matando villanos, hasta que cada cierto tramo llegás a una instancia en la que tenés que elegir entre dos caminos, por ejemplo entre salvar a una princesa o ir en búsqueda de un tesoro perdido.



Lo peculiar de este juego es que a medida que vas avanzando te cruzás con puertas que para abrirlas tenés que desbloquear una espada especial. Sin embargo, se puede continuar el juego y llegar al final de la historia sin la necesidad de pasar por esa puerta.

¿Cuántas veces nos quedamos con ese cartel de "no pasar" y la intriga de qué es lo que habrá del otro lado, en lugar de jugárnosla?

La gracia del juego está en volver a jugarlo una y otra vez hasta conseguir todas las piezas que te permitan forjar la espada para atravesar esa puerta, y lo mismo creo que pasa con la vida en general. Muchas veces no conseguimos algo de primera mano, sino después de poner muchísimo esfuerzo y trabajo en aquello que queremos lograr, y otras nos toca elegir entre tomar una decisión o la otra y eso va a definir el camino que recorramos.

El 2016 fue un año difícil para mucha gente por distintos motivos. Sin embargo, conozco muchas personas que, a pesar de las adversidades, tuvieron la garra y el empuje para emprender nuevos proyectos o llegar a sus metas con todo el esfuerzo que eso implica. El año a pesar de sus escaleras y toboganes siguió rindiendo frutos, y todos estos logros no son más que el resultado del esfuerzo de cada uno, de estar en movimiento y generar cosas nuevas, sin importar la circunstancias. 

Mañana, 31 de diciembre, quiero brindar por todos ustedes, y porque el 2017 nos encuentre trabajando en nuestros sueños y metas, porque no va a haber nadie que mueva un pelo desde arriba para ayudarnos. Dependerá siempre de nosotros mismos que la rueda siga girando y girando, y para ello nos tenemos que mover, actuar, hacer algo, sobretodo si queremos que las cosas cambien.

Por último les quiero agradecer a todos por el aguante. FrikON es mucho más que un blog para mí, es el gran logro que tuve este año; un gran proyecto de vida el cual venía pensando hace varios años y recién acaba de nacer. Antes creía que no podía hacerlo, un poco por vergüenza y otro poco por miedo, pero fueron trabas que logré superar trabajando en mí misma. 

Recibir tanta buena onda de parte de quienes me leen me da muchas fuerzas y más ganas de seguir haciendo esto que tanto me gusta desde chica, que es escribir, así que les prometo un 2017 con muchas más notas y curiosidades del mundo friki en forma de agradecimiento.

Festejen mucho, que vale la pena, ya sea por haber logrado un objetivo como por haber sobrevivido a las circunstancias. Les deseo lo mejor y que arranquen el año con las pilas renovadas.

¡Feliz año nuevo para todos!



Goshi.

martes, 20 de diciembre de 2016

La inclusión ya es canon

No me gusta hacer entradas con cuestiones políticas, pero este tema del cual voy a escribir a continuación trata de una cuestión humana de la que nadie debería quedar exento. 

Hoy Blizzard, compañía estadounidense desarrolladora y distribuidora de videojuegos, lanzó en su página un cómic con los personajes de uno de sus más recientes productos, Overwatch, con temática navideña. La sorpresa de este cómic (y no tan sorpresa porque estaba previamente anunciado) fue que en sus tiras se confirmó la orientación sexual de uno de sus personajes, Tracer, como lesbiana. 

Esta noticia me puso más que feliz, ya que Tracer es mi personaje favorito de Overwatch, y que forme parte de una hazaña para una compañía importante como Blizzard hizo que se me inflara el pecho de orgullo. Que una empresa que mueve tanto dinero alrededor del mundo junto con sus competidoras tome esta decisión, implica un gran paso para toda la industria de entretenimiento tanto yanqui como mundial en cuestiones de inclusión, y un ejemplo para los mercados circundantes.

Lo que me generó sentimientos encontrados fue la infinidad de comentarios que leí al respecto de enojo, frustración y tristeza. 

Hubo un comentario en particular que fue el que me hizo tomar la decisión de escribir esta nota. Un usuario del foro de Overwatch hizo un posteo en donde desacreditaba la acción realizada por Blizzard declarando que "el movimiento LGTB busca no darle importancia a cuestiones acerca de la sexualidad" y que por lo tanto, según él, esta empresa le estaría dando importancia al incluir a Tracer como lesbiana, lo que se convierte en un acto discriminatorio. El mismo debate y este tipo de comentarios suelen aparecer cuando las grandes compañías cinematográficas o de entretenimiento en general incluyen un personaje negro o gay, o en la misma sociedad cuando se lucha por la diferencia de género. 

Lo que yo creo y lo que la gente que tiene este tipo de pensamientos no suele entender es que para generar un cambio en la sociedad hay que ser disruptivo. Colocar como protagonista un personaje "diferente" no es resaltar que sea "diferente", sino lograr que finalmente pueda llegar a un lugar que antes no le era permitido por diversas cuestiones. Esto siempre va a generar polémica, porque las personas suelen condenar los cambios tan abruptos y les cuesta aceptar lo que no coincide con su modelo mental. Y son cambios abruptos porque alguien en algún momento tiene que dar un primer paso y ese cambio va a llamar la atención por su naturaleza de ser. Ser disruptivo es abrupto, y sin disrupción no hay cambio verdadero.

Por otro lado, me da bronca que algunos quieran "abandonar el juego" por esta decisión, en un acto de plena intolerancia ante la inclusión de la comunidad LGTB en uno de sus protagonistas, pero a la vez entiendo que nuestra generación es un punto de inflexión entre las anteriores y las subsiguientes, por lo que el modelo mental es muy variado e indefinido. Podríamos decir que estamos en una especie de transición ante muchos cambios que se están ejerciendo a la vez en nuestra forma de pensar y entre las cosas que son aceptadas y las que no, por lo que es lógico encontrar personas que conserven el paradigma anterior, ya sea por su cultura, crianza o convicciones que se hayan ido formando a lo largo de su vida.

Hay que tener en cuenta que el debate acerca de la inclusión no arrancó sino hace apenas unas décadas. Por este motivo es que somos nosotros, lo que creemos en este cambio, quienes tenemos que empujar y hacer público este tipo de acontecimientos para que sean tomados como ejemplo y que el cambio de mentalidad en la sociedad sea cada vez mayor. 

Por suerte y más allá de las reflexiones que puedan disparar este tipo de comentarios, la inclusión ya es canon, tanto en la industria del cine como en los videojuegos. Este cambio en la industria cultural es un claro reflejo de que la inclusión más que una idea ya es un hecho que se verá reflejado en miles de millones de mentes de las nuevas generaciones que son quienes consumen este tipo de productos, y quienes tienen en sus manos el futuro del mundo, lo cual es un gran comienzo y motivo para festejar.




El cómic lo pueden encontrar en el siguiente link: Cómic: Reflections de Overwatch (es gratis y lo pueden bajar en PDF para verlo más grande)

Gracias por leerme! Si te gustó la nota, compartila! Si opinás distinto, queda como siempre abierta esta publicación para el debate en los comentarios de acá abajo, siempre bajo el ala del respeto.

Hasta la próxima nota!

Goshi.

viernes, 16 de diciembre de 2016

"Hagan que 10 películas se sientan como si fueran 100"

Episodio I, II, III, Rogue One, IV, V, VI, VII y se aproximan el spin-off de Han Solo y Episodio VIII. Son algo más que 10 películas en la historia del cine, en conjunto son una especie de fenómeno cultural que atraviesa a la sociedad actual.

Pocas son las sagas que cobran trascendencia. Algunas, como Crónicas de Narnia, mueren en el camino por falta de convocatoria, mientras que ciertas películas intentan una segunda parte tan forzada que termina siendo un fracaso. Otras, continúan el formato de la trilogía, que pareciera resultar el más efectivo en la industria del cine. Pero si nos situamos en el fenómeno Star Wars o Harry Potter, nos encontramos con un monstruo fuera de lo común que atraviesa una o más de una generación entera.

En tiempos de tanta oferta de cosas distintas, ¿el éxito reside en traer algo más de lo mismo?

Ayer se estrenó Rogue One, la nueva entrega de la saga de George Lucas, que cumple un cierto formato de spin-off de lo ocurrido entre Episodio III y IV. Es una película con aspiración a romper la taquilla mundial y los records de las diferentes entregas realizadas durante el año por el resto de las franquicias como Marvel, DC o Warner. ¿Por qué? Quienes ya hayan estado investigando, pudieron notar que no hubo una sola crítica negativa respecto del estreno, lo cual es realmente llamativo ante el amplio espectro de críticos que circundan la web.

¿Cuál es el secreto de que una saga que está por cumplir sus 40 años continúe siendo un éxito a nivel mundial? Creo que tiene mucho que ver con respetar "lo que el fanático tiene ganas de ver". Es de público conocimiento que la saga original de los, hasta ahora, 7 episodios, cumple con un clásico formato de trilogías concatenadas por un lazo de sangre entre los personajes y cierta similitud en los hechos que ocurren en cada película. En la primera se descubre "una nueva esperanza", en la segunda se pudre todo y en la siguiente se resuelve para bien o para mal.

Episodio VII no escapa del espíritu de Episodio IV, pero a su vez no deja de innovar dentro de la misma estructura con una nueva historia, con nuevos personajes, locaciones, criaturas, droides y todo eso que nos encanta del universo que George Lucas nos legó. Como escuché hace unos días de parte de una de las periodistas que participaban en la charla de La Cosa Cine en la Comic Con, si al hacer una nueva película te alejás mucho de la esencia de las trilogías originales deja de ser Star Wars, si te acercás demasiado, ¿para qué la hacés? Se convertiría en más de lo mismo. Y es así como una nueva entrega se convierte en un laburo de artesano muy delicado y complejo.

Rogue One logra transformarse en una pieza magistral capturando la esencia de Star Wars desde su germen: la guerra entre el imperio y la alianza rebelde. ¿Cómo hace para convertirse en un éxito? Como una nueva propuesta con un formato completamente distinto, sin jedis, sin sables láser y con una historia paralela que tiene principio, desarrollo y final en una sola entrega. A pesar de sus diferencias con la saga original, es una película que ilustra el mundo de Star Wars en plena guerra, con escenas épicas, personajes queribles, humor sano y una trama atrapante, lo que la convierte en una gran película que encastra perfectamente con el resto de la saga. La ventaja de tratarse de un spin-off, es que el director pudo tomarse ciertas libertades respecto a los episodios, creando una película original pero completamente funcional dentro del mundo de Star Wars.

Harry Potter, por otro lado, evolucionó en tono y en su propia historia a medida que sus lectores fueron creciendo. Mismo ahora, en un mundo tan multitasking, atiende una necesidad de más material de diferente naturaleza y formatos al expandir el mundo mágico al resto del mundo y traer una nueva propuesta en forma de precuela, una obra de teatro y los libros con sus respectivos guiones. Se sabe que su capacidad de expansión es infinita, y que si JK Rowling lo sabe manejar puede seguir creando nuevas historias y nuevos personajes hasta el cansancio.

El éxito de las sagas que menciono creo que tiene mucho que ver con acompañar a sus seguidores. Tanto Harry Potter como Star Wars fueron cambiando su paleta de colores a medida que sus lectores y espectadores crecían y cambiaban de hábitos. Es así como una misma saga conviven películas aptas para niños, como son Episodio I y Harry Potter y la piedra filosofal, con películas oscuras o violentas como Rogue One o Las Reliquias de la Muerte.

Son sagas aptas para todo público, con un objetivo claro: que los padres induzcan a sus hijos para que crezcan con estas increíbles historias y que, de esta manera, la saga no muera nunca y pase de generación en generación, como me pasó a mí y seguramente a varios de ustedes.

El éxito entonces reside en adaptarse. Adaptarse implica escuchar a las nuevas generaciones, estar al tanto de las nuevas tecnologías, percibir qué es lo que se consume y lo que ha quedado obsoleto. Pero esto no implica innovar al nivel de perder la esencia. Renunciar a una esencia con tanto peso por algo nuevo es como perder el alma, y algo sin su propia alma es lo mismo que exista o que no, no tiene sentido de ser.

La fórmula está en conservar la esencia y adaptarse. No significa hacer más de lo mismo, sino apoyar lo distinto en las fortalezas que tiene aquello que tanto éxito generó. Rogue One es un gran ejemplo de esto, y espero que el spin-off de Han Solo siga esta misma fórmula.






Muchas gracias por leerme, y que tengan un muy buen fin de semana!

Hasta la próxima!

Goshi.