martes, 28 de febrero de 2017

Tentarse es humano

Hace dos meses que empecé la dieta. Creo que es la sensación más extraña que tuve en mi vida. Por un lado el orgullo y la satisfacción de la meta cumplida (me entran algunos pantalones nuevos), por el otro la tristeza de no poder sucumbir al pecado y comer esa porción de torta de chocolate con dulce de leche que me llama a gritos desde la vidriera de la panadería. Es estar ahí de frente, babeando como perro de Pavlov, mientras la hija de puta se muestra vistosa, brillante, con sus capas gruesas de relleno buscando tentarme y que renuncie al paraíso terrenal de la moda y el buen estado físico.

Algo así le debió pasar a John Wick. Es la primera vez que me logro identificar con un asesino de película de acción a puros tiros, sangre y peleas acrobáticas, pero no pude evitarlo. Me encariñé, vi las dos películas seguidas y dije "si, este tipo está totalmente cuerdo en lo que hace". El sujeto pasó más de la mitad de su vida matando gente de la forma más profesional posible, como yo comiendo la torta de chocolate, para que una vez que decide hacerse aparte de toda esa mafia le digan "tomá, acá tenés un nuevo motivo para matar, un arma con X cantidad de balas y vía libre". Es lo mismo a que me pongan la torta en la cara.

¿Y cómo no tentarse? Te arrebatan de tu vida las dos cosas que más amás y se muere el amor de tu vida, te parten al medio. La fuerza de voluntad se te va al carajo. Y ahí estás, con un fierro en la mano y el pecado a la vuelta de la esquina, porque sabés la dirección en la cual se encuentra tu próxima víctima, sabés la dirección de la panadería y el estante exacto donde está la última porción de torta. Y también sabés que esa porción de torta no va a durar mucho, porque si no lo liquidás vos va a venir otro atrás y te va a dejar con las ganas. Ese muerto no se puede morir dos veces, te dice una voz interna. Ese muerto tiene que ser tuyo.

Y la historia no sólo termina ahí, porque una vez que pecaste ya estás manchado, y volver a la "dieta" se te volvió mucho más complicado que empezar. Entran terceros a decirte "ya mataste a uno, ya volviste, no te hagas el tonto que hay muchos más por matar", e intentás decir que no y el mundo se te prende fuego alrededor. Aparecen decenas de porciones de torta que liquidar y por más que maldecís al mundo por ser tan injusto y maquiavélico, te volvés a calzar la chaqueta, el arma y salís a matar porque la tentación es más fuerte que tu convicción.

Ese es John Wick, esa soy yo. Puedo decir que estoy orgullosa de que no me hayan aparecido tantas porciones de torta como para quebrarme, pero no dudo en que esto sería posible.

John Wick, el personaje de acción brutal más humano que existe.





John Wick 2, Un nuevo día para matar se estrenó este jueves 23 en los cines de Buenos Aires. Muy buena película, divertida y cargada de acción. 

Les agradezco por leerme, estoy de vuelta! Nos vemos en la próxima nota.

Goshi.

1 comentario:

  1. ya fue, mañana voy a verla.
    si la 1 fue genial, está no puede ser menos, carajo!

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