jueves, 17 de noviembre de 2016

Scenes from a memory: Literatura en 10/8

En la siguiente nota me permito alejarme un poco del mundo friki, para adentrarme en una de mis otras grandes pasiones: la música y su relación con la literatura.


Muchas veces escuchamos hablar de la idea del disco de una banda, el concepto que lo inspiró o el contexto que lo envuelve a la hora de producirlo, pero también existen ciertos álbumes que van mucho más allá del concepto y, más que una idea nos cuentan una historia. Esto nos dispara una pregunta muy interesante: ¿hasta qué punto un disco es sólo un disco, y no además una pieza de literatura o de ficción?

Uno de los discos que marcó mi adolescencia fue Metropolis pt. 2: Scenes from a memory de Dream Theater. Este álbum fue lanzado en el año 1999 con la incorporación de Jordan Rudess como tecladista de la banda, de la cual Mike Portnoy aún formaba parte como baterista y productor. Tal como su nombre lo indica, fue creado como una secuela de Metrópolis pt. 1: The Miracle and the Sleeper, quinta canción del segundo álbum de la banda, Images and Words.

Muchos lo definen como una ópera rock, ya que desde el vamos fue planteado como una secuencia narrativa de dos actos y cada tema corresponde a una escena diferente. Cuenta la historia de un muchacho llamado Nicholas que recurre a un hipnotizador para resolver un drama que lo atormenta de vidas pasadas. Este personaje, a través de la terapia, termina descubriendo que su vida está enlazada a la de Victoria Page, quien desde el pasado intenta transmitirle a través de las visualizaciones la verdad respecto a su muerte, muy distinta a la que cuentan los diarios. Un thriller contado de la mano de virtuosos del metal progresivo.

Lo que más me llamó la atención de este disco fue su estructura clásica literaria de introducción, nudo y desenlace. Cada uno de los temas cuenta una parte de la historia y están perfectamente encastrados entre sí desde lo musical y la lírica. Uno podría escuchar la obra completa como un único tema dividido en varias partes.

A nivel musical, la obra transita diferentes atmósferas rítmicas y de estilo que transportan al que la escucha por diversos escenarios según la parte de la historia que se esté narrando. Y no son sólo las notas y la letra los protagonistas de esta pieza. Dentro de la composición de los temas, podemos encontrar una gran cantidad de efectos de sonido y narraciones en off que nos remiten a un ambiente teatral o de radionovela.

Ya en sus primeros dos temas, Regression y Overture, se puede detectar la variedad de recursos que utiliza: un primer tema con un texto narrado desde el personaje del hipnotizador seguido de una balada, y un segundo tema completamente instrumental. Overture, en particular, lo podría definir como un viaje a través de diferentes planos reflejado en notas musicales. Es imposible no transportarse a otro lugar al escucharlo.

El estilo cambia completamente cuando empieza a sonar Beyond this life, sexto tema y el que mejor considero del disco. La guitarra de Petrucci toma protagonismo con una batería violenta en diez octavos, mientras la lírica replica la narrativa de un periódico casi en el mismo tono en que se lee un telegrama. La técnica y los recursos permiten imaginar esas escenas de forma muy fácil, como si se tratara de una película que se estuviera proyectando dentro de nuestras cabezas.

El primer acto termina con Through her eyes, otra de las baladas del disco que retoma  el estilo del primer y cuarto tema, haciendo referencia a los pensamientos del protagonista ubicado en el presente.

Pero el climax del álbum, el verdadero nudo y punto álgido de la historia se encuentra en el tema 7 del disco, Home. Es en este tema en el cual el personaje de Nicholas empieza a sospechar que hay algo más allá de lo que sabe de Victoria y siente la necesidad de seguir investigando. Aunque pinta un escenario dentro de la misma paleta de colores que Beyond this life para hacer referencia a la muerte de la muchacha, esta pieza resume en una sola canción todos los estados por los que pasan los personajes y no en vano coincide con el comienzo del segundo acto. Por momentos me pregunto si era necesario apelar al gemido literal para dar a entender la escena de sexo dentro de la historia, pero por otro lado lo considero un recurso válido que suma al imaginario de quien escucha.

El virtuosismo del disco llega de la mano de Dance of the eternity, tema instrumental en el cual ponen toda la carne al asador para dar lugar al desenlace de la historia. A diferencia de las demás canciones del disco, este lo considero más abstracto y difícil de traducir en imágenes. Está mucho más pegado en composición y estilo a Metrópolis pt. 1 que al resto de las canciones de Scenes from a memory

Los últimos tres temas vuelven a la estética del primer acto: balada simple seguida de arpegios y compases complejos. El tercero, Finally Free, vuelve a recurrir a los recursos sonoros como disparos, audios en off, gritos y vidrios rompiéndose, como si nos obligase a retomar esta práctica de imaginar la escena a medida que escuchamos el tema. No les voy a spoilear el final, pero tiene un giro argumental muy interesante que motiva al oyente a volver a escuchar el disco para prestar más atención a ciertos detalles que en una primera escucha pueden pasar de largo.

Scenes from a memory termina siendo casi una obra filmográfica. Nos brinda todos los recursos necesarios para armar la película, sólo nos queda a nosotros como oyentes colocar las fotos de los hechos usando la imaginación.

Creo que de a poco las barreras que separan los diferentes tipos de arte se están diluyendo. Lo pudimos ver de forma muy clara en la premiación por el Nobel de Literatura a Bob Dylan, y lo vemos en este tipo de canciones que buscan hacer algo más allá de deleitar los oídos con una armoniosa melodía, como contar una historia o transmitir un mensaje.

¿Cuántas canciones nos transportan a diferentes paisajes, nos transmiten aromas, nos cuentan aventuras o nos hacen vivenciar sensaciones como si fuésemos los protagonistas? Scenes from a memory lo considero, más que un disco, una pieza de arte multisensorial que se puede plasmar en diferentes formas de expresión. Y no, no es solo música; es texto, es imagen, es también literatura, cine y un poco de teatro. Es todo lo que la imaginación del oyente puede llegar a interpretar a partir de su conjunto de canciones.


Pocos artistas que he escuchado con la misma intención han logrado una pieza tan uniforme en un álbum como Dream Theater. Muchos se basan en conceptos o en historias cortas que se cierran dentro de canciones y no se transmiten al resto del disco. Creo que los artistas tienen allí un nicho muy rico que pueden atender y espero que muchos se animen a tomar el desafío de crear una obra maestra como es el caso de Scenes from a memory.



Si quieren escuchar el disco, lo pueden encontrar en youtube, en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=o4WAc6mUNT0 

Muchas gracias por leerme!

Los espero en mi próxima nota,

Goshi.

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