sábado, 26 de noviembre de 2016

No tan "strange"

¿Te estarás preguntando por qué FrikON está publicando notas tan seguido? Es que estamos en época de estrenos importantes del cine para el mundo friki y la manija puede más que cualquier otra cosa.

Este jueves, como les adelanté en la primera nota de este blog, se estrenó Doctor Strange, Hechicero supremo. Se trata de la nueva entrega perteneciente al universo de Marvel, la cual está protagonizada por Benedict Cumberbatch junto a un gran elenco. 

La película cuenta la historia de Stephen Strange, un neurocirujano súper exitoso y fanfarrón de su talento que pierde la habilidad de sus manos a causa de un trágico accidente. En su obsesión por recuperarla, se embarca en un viaje hacia el oriente en busca de una solución, pero se termina encontrando con un maestro que le enseña las artes místicas y lo ayuda a convertirse en un gran hechicero.

En cuanto a efectos, es una película que me voló la cabeza. Al introducir el mundo místico de Marvel, se jugaron con una estética surrealista fiel a los cómics y nunca antes vista en este tipo de películas. Casi todas las entregas que tuvo Marvel hasta ahora mantuvieron un tinte realista y con fuertes anclajes en el contexto temporal. Esta, en cambio, presenta distintos planos del multiverso con leyes que difieren de nuestro propio plano terrenal. A nivel estético, esto permite un sinfín de posibilidades en fotografía y diseño que Marvel supo aprovechar muy bien y por lo cual merece un reconocimiento.

Por otro lado, a nivel historia, no deja de ser una película paradójicamente lineal, que cuenta el origen del personaje, respetando la misma estructura que el resto de las películas de Marvel. Me permitiría decir que tanto DC como Marvel terminaron cayendo en una espiral de sus propios vicios, de los cuales les cuesta depegar.

Lo más interesante que tiene la historia son, por un lado, los guiños que la enganchan con el resto del universo, así como las pequeñas píldoras del mundo místico que lograron mostrar en esta primera entrega. Digo pequeñas porque, con Doctor Strange, Marvel está comenzando a ampliar su mundo cinematográfico a los distintos universos que ofrece en sus cómics, y esto es sólo una pequeña muestra de todo lo que tienen en su caja de herramientas.

Quizás lo más llamativo y atractivo sea el tinte humorístico del guión. Al tratar conceptos tan complejos, el chiste hace que una película que podría tranquilamente ser de culto, sea llevadera para quienes buscan en ella algo entretenido y hasta divertido.

¿Hay que verla? Si, definitivamente, y en el cine. Es una película que se aprecia del todo con una muy buena definición y está hecha para el 3D.

¿Para verla dos veces? Mmmmm... Como ya les dije, la historia es muy simple y no van a encontrar muchos más detalles de los que puedas encontrar en una primera lectura. Es una muy buena introducción del personaje con increíbles efectos visuales, pero no mucho más que eso. 




Doctor Strange, Hechicero supremo se encuentra en cartelera desde el 24 de noviembre en los cines de Buenos Aires. Vayan a verla, y cuéntenme ustedes qué les pareció.

Muchas gracias por leerme, nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

ATP - Apta para todo Potterhead

¿Segunda nota que escribo sobre el mundo de Harry Potter? Si! Es que el jueves pasado se estrenó en Buenos Aires la película Animales fantásticos y dónde encontrarlos, y no podía no hacer una reseña al respecto.

Antes de avanzar, quiero alertarlos de que esta nota estará cargada de spoilers. El que no vio la película, absténgase a las consecuencias si sigue leyendo a partir del tercer párrafo.



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Última advertencia: SPOILERS!
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Dicho esto, paso a contarles de qué trata la película y qué me pareció.

Dirigida por David Yates, Animales Fantásticos es el comienzo de una saga tipo precuela de la historia ya conocida sobre Harry Potter, en la cual, el joven mago Newt Scamander (conocido por ser autor del manual "Animales Fantásticos y dónde encontrarlos" que se utiliza en Hogwarts) viaja de Londres a Nueva York con una misión que no se devela hasta muy avanzada la historia. Lleva consigo una maleta muy especial de la cual se empiezan a escapar criaturas que Newt debe recuperar.

Pero eso no es todo. Resulta que en Nueva York de los años '20 rige una normativa muy rigurosa, la ley Rappaport, que dicta la prohibición del contacto o relación alguna entre los magos y los muggles (o no maj como los llaman de este lado del Atlántico). Esta ley, a su vez, adhiere al principio a nivel mundial de ocultar la magia de los muggles, lo que se opone a la ideología de uno de los magos oscuros más poderosos del mundo llamado Gellert Grindelwald.

¿Quién es Grindelwald? Si viste la película y no llegaste a entender de quién se trata, es porque nuevamente nos encontramos frente a una saga dirigida a Potterheads, lectores de los libros, llena de guiños que quien no estuviera empapado del tema se los pierde. Gellert Grindelwald es un mago oscuro de origen inglés de sangre pura cuyo objetivo a lo largo de su vida fue reunir las reliquias de la muerte para convertirse en el mago más poderoso de todos los tiempos, "el Señor de la muerte". Si, las reliquias de la muerte son los elementos que representa este logo tan famoso que adjunto aquí abajo y que aparece tanto en los posters como en una de las escenas más cruciales de la película. 





¿Explicarán la relación entre el personaje y las reliquias más adelante? No lo sabemos. Lo único que podemos saber es que los habituales lectores están mucho más avanzados en información que los que siguen solamente las películas.

¿Es una buena película? Claro que sí. Los diseños de las criaturas son espectaculares y los efectos más que acertados. La historia es muy llevadera con giros argumentales inesperados y cuenta con muchos guiños cómicos como la relación entre Queenie y Jacob, que ha capturado a más de un fanático como una de las parejas favoritas de las historias de Rowling. 

Hay que hacer una salvedad, en que las criaturas y animales fantásticos, protagonistas según el título de la película, no son más que una excusa para presentar el tema que realmente compete a esta saga. No digo que no tengan importancia, porque la trama se centra en uno de los seres más peligrosos, el obscurus; pero hay que admitir que la trama de las criaturas son el punto más flojo, aunque simpático, de la película. El verdadero nudo de la historia tiene que ver con Grindelwald y su obsesión por la supremacía mágica.

Lo otro que me queda por criticar de la película, y lo que me parece más grave, es lo que ya vengo mencionando. Así como ha pasado en casi toda la saga de películas de Harry Potter, Animales fantásticos y dónde encontrarlos deja muchas preguntas que los "muggles" no se sabrán contestar sin recurrir a los libros o los escritos de JK Rowling. 

Recordemos, por ejemplo, en el Cáliz de fuego, cómo la película termina con Harry preguntándole a Dumbledore qué había pasado en esa conexión que tuvo con Voldemort a través de sus varitas, a lo cual Albus le responde que fue por el Priori Incantatem. Todos los que leímos el libro sabemos perfectamente de qué se trata este hechizo, ya que Rowling le dedica unas cuantas líneas. ¿Y el resto de los mortales? Fue el cierre más enigmático de todas las películas de Harry Potter, y ni siquiera el fenómeno fue explicado en las subsiguientes.

¿Una película ATP? Si, como digo en el título, Apta para Todo Potterhead. Cualquier persona que la mire va a poder disfrutarla, porque es una película con un buen desarrollo y desenlace abierto que te deja enganchado para las próximas entregas, pero insisto en que tiene detalles que alguien que no conoce la historia de los libros se los puede perder, lo cual es una lástima.




Animales fantásticos y dónde encontrarlos se estrenó el jueves pasado y sigue en cartelera como éxito de taquilla mundial.

¿Ya la viste? ¿Cuál fue tu criatura favorita?

Gracias por leerme y nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Scenes from a memory: Literatura en 10/8

En la siguiente nota me permito alejarme un poco del mundo friki, para adentrarme en una de mis otras grandes pasiones: la música y su relación con la literatura.


Muchas veces escuchamos hablar de la idea del disco de una banda, el concepto que lo inspiró o el contexto que lo envuelve a la hora de producirlo, pero también existen ciertos álbumes que van mucho más allá del concepto y, más que una idea nos cuentan una historia. Esto nos dispara una pregunta muy interesante: ¿hasta qué punto un disco es sólo un disco, y no además una pieza de literatura o de ficción?

Uno de los discos que marcó mi adolescencia fue Metropolis pt. 2: Scenes from a memory de Dream Theater. Este álbum fue lanzado en el año 1999 con la incorporación de Jordan Rudess como tecladista de la banda, de la cual Mike Portnoy aún formaba parte como baterista y productor. Tal como su nombre lo indica, fue creado como una secuela de Metrópolis pt. 1: The Miracle and the Sleeper, quinta canción del segundo álbum de la banda, Images and Words.

Muchos lo definen como una ópera rock, ya que desde el vamos fue planteado como una secuencia narrativa de dos actos y cada tema corresponde a una escena diferente. Cuenta la historia de un muchacho llamado Nicholas que recurre a un hipnotizador para resolver un drama que lo atormenta de vidas pasadas. Este personaje, a través de la terapia, termina descubriendo que su vida está enlazada a la de Victoria Page, quien desde el pasado intenta transmitirle a través de las visualizaciones la verdad respecto a su muerte, muy distinta a la que cuentan los diarios. Un thriller contado de la mano de virtuosos del metal progresivo.

Lo que más me llamó la atención de este disco fue su estructura clásica literaria de introducción, nudo y desenlace. Cada uno de los temas cuenta una parte de la historia y están perfectamente encastrados entre sí desde lo musical y la lírica. Uno podría escuchar la obra completa como un único tema dividido en varias partes.

A nivel musical, la obra transita diferentes atmósferas rítmicas y de estilo que transportan al que la escucha por diversos escenarios según la parte de la historia que se esté narrando. Y no son sólo las notas y la letra los protagonistas de esta pieza. Dentro de la composición de los temas, podemos encontrar una gran cantidad de efectos de sonido y narraciones en off que nos remiten a un ambiente teatral o de radionovela.

Ya en sus primeros dos temas, Regression y Overture, se puede detectar la variedad de recursos que utiliza: un primer tema con un texto narrado desde el personaje del hipnotizador seguido de una balada, y un segundo tema completamente instrumental. Overture, en particular, lo podría definir como un viaje a través de diferentes planos reflejado en notas musicales. Es imposible no transportarse a otro lugar al escucharlo.

El estilo cambia completamente cuando empieza a sonar Beyond this life, sexto tema y el que mejor considero del disco. La guitarra de Petrucci toma protagonismo con una batería violenta en diez octavos, mientras la lírica replica la narrativa de un periódico casi en el mismo tono en que se lee un telegrama. La técnica y los recursos permiten imaginar esas escenas de forma muy fácil, como si se tratara de una película que se estuviera proyectando dentro de nuestras cabezas.

El primer acto termina con Through her eyes, otra de las baladas del disco que retoma  el estilo del primer y cuarto tema, haciendo referencia a los pensamientos del protagonista ubicado en el presente.

Pero el climax del álbum, el verdadero nudo y punto álgido de la historia se encuentra en el tema 7 del disco, Home. Es en este tema en el cual el personaje de Nicholas empieza a sospechar que hay algo más allá de lo que sabe de Victoria y siente la necesidad de seguir investigando. Aunque pinta un escenario dentro de la misma paleta de colores que Beyond this life para hacer referencia a la muerte de la muchacha, esta pieza resume en una sola canción todos los estados por los que pasan los personajes y no en vano coincide con el comienzo del segundo acto. Por momentos me pregunto si era necesario apelar al gemido literal para dar a entender la escena de sexo dentro de la historia, pero por otro lado lo considero un recurso válido que suma al imaginario de quien escucha.

El virtuosismo del disco llega de la mano de Dance of the eternity, tema instrumental en el cual ponen toda la carne al asador para dar lugar al desenlace de la historia. A diferencia de las demás canciones del disco, este lo considero más abstracto y difícil de traducir en imágenes. Está mucho más pegado en composición y estilo a Metrópolis pt. 1 que al resto de las canciones de Scenes from a memory

Los últimos tres temas vuelven a la estética del primer acto: balada simple seguida de arpegios y compases complejos. El tercero, Finally Free, vuelve a recurrir a los recursos sonoros como disparos, audios en off, gritos y vidrios rompiéndose, como si nos obligase a retomar esta práctica de imaginar la escena a medida que escuchamos el tema. No les voy a spoilear el final, pero tiene un giro argumental muy interesante que motiva al oyente a volver a escuchar el disco para prestar más atención a ciertos detalles que en una primera escucha pueden pasar de largo.

Scenes from a memory termina siendo casi una obra filmográfica. Nos brinda todos los recursos necesarios para armar la película, sólo nos queda a nosotros como oyentes colocar las fotos de los hechos usando la imaginación.

Creo que de a poco las barreras que separan los diferentes tipos de arte se están diluyendo. Lo pudimos ver de forma muy clara en la premiación por el Nobel de Literatura a Bob Dylan, y lo vemos en este tipo de canciones que buscan hacer algo más allá de deleitar los oídos con una armoniosa melodía, como contar una historia o transmitir un mensaje.

¿Cuántas canciones nos transportan a diferentes paisajes, nos transmiten aromas, nos cuentan aventuras o nos hacen vivenciar sensaciones como si fuésemos los protagonistas? Scenes from a memory lo considero, más que un disco, una pieza de arte multisensorial que se puede plasmar en diferentes formas de expresión. Y no, no es solo música; es texto, es imagen, es también literatura, cine y un poco de teatro. Es todo lo que la imaginación del oyente puede llegar a interpretar a partir de su conjunto de canciones.


Pocos artistas que he escuchado con la misma intención han logrado una pieza tan uniforme en un álbum como Dream Theater. Muchos se basan en conceptos o en historias cortas que se cierran dentro de canciones y no se transmiten al resto del disco. Creo que los artistas tienen allí un nicho muy rico que pueden atender y espero que muchos se animen a tomar el desafío de crear una obra maestra como es el caso de Scenes from a memory.



Si quieren escuchar el disco, lo pueden encontrar en youtube, en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=o4WAc6mUNT0 

Muchas gracias por leerme!

Los espero en mi próxima nota,

Goshi.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

De héroes y villanos...

Hoy vengo a confesarles que nunca confié del todo en los superhéroes.  

Siempre me gustaron más los villanos de las sagas, no por verme representada en sus ideales, sino porque admiro su convicción y me resulta atractiva esa testarudez retorcida de hacer lo que sea con tal de llegar a cierto objetivo. En cambio, los superhéroes me parecen medio grises. Muchos de ellos obtuvieron sus poderes por accidente, otros se entrenaron con el afán de superar un trauma o por venganza, y algunos tuvieron la suerte de caer en una ciudad desafortunadamente rota.

Quiero aclarar que admiro desde pequeña la predisposición de los héroes al servicio y al sacrificio por los demás, pero siempre me pregunté, ¿lo hacen por poder, por una carga de responsabilidad o por real convicción?

Sabemos muy bien que, por ejemplo, Batman empezó a combatir el crimen por el deseo de vengar la muerte de sus padres, Peter Parker tuvo esa necesidad de justicia con su tío, y Tony Stark... bueno, es Tony Stark, con ese afán por la autosuperación tecnológica y la ostentación.

Podríamos encontrar entre los héroes un alma noble en Gokú, dispuesto a sacrificarse por la humanidad, o defender a un tal Capitán América por su firme lealtad al país, lo que lo convierte en soldado dispuesto a darlo todo, pero ¿qué los lleva a tomar esa decisión de enfrentarse a los males más grandes del mundo? ¿El amor por la humanidad?

Una de las teorías que más odié en la facultad es la pirámide de Maslow, pero aplica a lo que quiero contar, así que se las explico brevemente: Maslow define que todo ser humano se comporta a partir de una escala de necesidades que tiende a satisfacer para lograr su completitud. Desde la necesidad más básica a la más superior encontramos las fisiológicas, las de seguridad, afiliación o social, de reconocimiento y, por último, la necesidad de autorrealización.

La necesidad de reconocimiento corresponde a ese deseo del espejo, que la otra persona reconozca el éxito o los logros de uno mismo. La autorrealización, en cambio, pertenece a un nivel superior, donde uno mismo se siente satisfecho por cumplir un objetivo sin la mirada del otro. Sería el ideal de motivación: uno se guía por sus propios valores y principios.

¿Cuántos héroes hemos visto actuar en pos del reconocimiento del otro y cuántos villanos moverse por automotivación? No digo que no ocurra lo opuesto, sólo que muchas veces solemos encasillar a los héroes como seres de luz, que actúan por el bien de la humanidad cuando su motivación puede ser tranquilamente un argumento egoísta.

Entonces, si hay héroes tan ambiguos y villanos tan convencidos de lo que dicen y hacen, ¿qué es lo que diferencia a un héroe de un villano? ¿Qué tan bueno o qué tan malo es con las personas? ¿La causa por la que lucha?

Una frase que me gusta mucho dice:

"There are no heroes, no villains, just people with different agendas".
- No hay héroes, ni villanos, sólo personas con objetivos diferentes -
Ben Urich - Daredevil

Y coincido mucho con esa frase.

¿Hasta qué punto un ideal es correcto o incorrecto cuando se está realmente convencido con lo que se piensa? No todo es blanco, no todo es negro. A veces lo que ocurre es que uno está parado de un lado y le toca enfrentar a alguien que se encuentra del otro. La pregunta es qué tan tolerantes somos con los del otro lado y qué tan dispuestos estamos a cruzar la línea y atacar al otro o respetar su forma de pensar y quedarnos en el molde. 

Creo que es la intolerancia lo que nos convierte a todos un poco en "villanos".






Gracias por leerme, estoy atenta a sus comentarios.

Nos vemos en la próxima nota!

Goshi.