viernes, 30 de diciembre de 2016

Activando modo RPG 2017

Hace pocos días tuve la suerte de bajarme un juego que se llama Stories, The Path of Destinies, el cual me encantó. Es un juego de rpg que, para que lo puedan comprender fácilmente, me resultó lo más parecido a uno de esos libros de los 90, "Elige tu propia aventura" (y se me cayeron dos sotas). El protagonista es un zorro líder de la rebelión, con el cual atravesas la plataforma matando villanos, hasta que cada cierto tramo llegás a una instancia en la que tenés que elegir entre dos caminos, por ejemplo entre salvar a una princesa o ir en búsqueda de un tesoro perdido.



Lo peculiar de este juego es que a medida que vas avanzando te cruzás con puertas que para abrirlas tenés que desbloquear una espada especial. Sin embargo, se puede continuar el juego y llegar al final de la historia sin la necesidad de pasar por esa puerta.

¿Cuántas veces nos quedamos con ese cartel de "no pasar" y la intriga de qué es lo que habrá del otro lado, en lugar de jugárnosla?

La gracia del juego está en volver a jugarlo una y otra vez hasta conseguir todas las piezas que te permitan forjar la espada para atravesar esa puerta, y lo mismo creo que pasa con la vida en general. Muchas veces no conseguimos algo de primera mano, sino después de poner muchísimo esfuerzo y trabajo en aquello que queremos lograr, y otras nos toca elegir entre tomar una decisión o la otra y eso va a definir el camino que recorramos.

El 2016 fue un año difícil para mucha gente por distintos motivos. Sin embargo, conozco muchas personas que, a pesar de las adversidades, tuvieron la garra y el empuje para emprender nuevos proyectos o llegar a sus metas con todo el esfuerzo que eso implica. El año a pesar de sus escaleras y toboganes siguió rindiendo frutos, y todos estos logros no son más que el resultado del esfuerzo de cada uno, de estar en movimiento y generar cosas nuevas, sin importar la circunstancias. 

Mañana, 31 de diciembre, quiero brindar por todos ustedes, y porque el 2017 nos encuentre trabajando en nuestros sueños y metas, porque no va a haber nadie que mueva un pelo desde arriba para ayudarnos. Dependerá siempre de nosotros mismos que la rueda siga girando y girando, y para ello nos tenemos que mover, actuar, hacer algo, sobretodo si queremos que las cosas cambien.

Por último les quiero agradecer a todos por el aguante. FrikON es mucho más que un blog para mí, es el gran logro que tuve este año; un gran proyecto de vida el cual venía pensando hace varios años y recién acaba de nacer. Antes creía que no podía hacerlo, un poco por vergüenza y otro poco por miedo, pero fueron trabas que logré superar trabajando en mí misma. 

Recibir tanta buena onda de parte de quienes me leen me da muchas fuerzas y más ganas de seguir haciendo esto que tanto me gusta desde chica, que es escribir, así que les prometo un 2017 con muchas más notas y curiosidades del mundo friki en forma de agradecimiento.

Festejen mucho, que vale la pena, ya sea por haber logrado un objetivo como por haber sobrevivido a las circunstancias. Les deseo lo mejor y que arranquen el año con las pilas renovadas.

¡Feliz año nuevo para todos!



Goshi.

martes, 20 de diciembre de 2016

La inclusión ya es canon

No me gusta hacer entradas con cuestiones políticas, pero este tema del cual voy a escribir a continuación trata de una cuestión humana de la que nadie debería quedar exento. 

Hoy Blizzard, compañía estadounidense desarrolladora y distribuidora de videojuegos, lanzó en su página un cómic con los personajes de uno de sus más recientes productos, Overwatch, con temática navideña. La sorpresa de este cómic (y no tan sorpresa porque estaba previamente anunciado) fue que en sus tiras se confirmó la orientación sexual de uno de sus personajes, Tracer, como lesbiana. 

Esta noticia me puso más que feliz, ya que Tracer es mi personaje favorito de Overwatch, y que forme parte de una hazaña para una compañía importante como Blizzard hizo que se me inflara el pecho de orgullo. Que una empresa que mueve tanto dinero alrededor del mundo junto con sus competidoras tome esta decisión, implica un gran paso para toda la industria de entretenimiento tanto yanqui como mundial en cuestiones de inclusión, y un ejemplo para los mercados circundantes.

Lo que me generó sentimientos encontrados fue la infinidad de comentarios que leí al respecto de enojo, frustración y tristeza. 

Hubo un comentario en particular que fue el que me hizo tomar la decisión de escribir esta nota. Un usuario del foro de Overwatch hizo un posteo en donde desacreditaba la acción realizada por Blizzard declarando que "el movimiento LGTB busca no darle importancia a cuestiones acerca de la sexualidad" y que por lo tanto, según él, esta empresa le estaría dando importancia al incluir a Tracer como lesbiana, lo que se convierte en un acto discriminatorio. El mismo debate y este tipo de comentarios suelen aparecer cuando las grandes compañías cinematográficas o de entretenimiento en general incluyen un personaje negro o gay, o en la misma sociedad cuando se lucha por la diferencia de género. 

Lo que yo creo y lo que la gente que tiene este tipo de pensamientos no suele entender es que para generar un cambio en la sociedad hay que ser disruptivo. Colocar como protagonista un personaje "diferente" no es resaltar que sea "diferente", sino lograr que finalmente pueda llegar a un lugar que antes no le era permitido por diversas cuestiones. Esto siempre va a generar polémica, porque las personas suelen condenar los cambios tan abruptos y les cuesta aceptar lo que no coincide con su modelo mental. Y son cambios abruptos porque alguien en algún momento tiene que dar un primer paso y ese cambio va a llamar la atención por su naturaleza de ser. Ser disruptivo es abrupto, y sin disrupción no hay cambio verdadero.

Por otro lado, me da bronca que algunos quieran "abandonar el juego" por esta decisión, en un acto de plena intolerancia ante la inclusión de la comunidad LGTB en uno de sus protagonistas, pero a la vez entiendo que nuestra generación es un punto de inflexión entre las anteriores y las subsiguientes, por lo que el modelo mental es muy variado e indefinido. Podríamos decir que estamos en una especie de transición ante muchos cambios que se están ejerciendo a la vez en nuestra forma de pensar y entre las cosas que son aceptadas y las que no, por lo que es lógico encontrar personas que conserven el paradigma anterior, ya sea por su cultura, crianza o convicciones que se hayan ido formando a lo largo de su vida.

Hay que tener en cuenta que el debate acerca de la inclusión no arrancó sino hace apenas unas décadas. Por este motivo es que somos nosotros, lo que creemos en este cambio, quienes tenemos que empujar y hacer público este tipo de acontecimientos para que sean tomados como ejemplo y que el cambio de mentalidad en la sociedad sea cada vez mayor. 

Por suerte y más allá de las reflexiones que puedan disparar este tipo de comentarios, la inclusión ya es canon, tanto en la industria del cine como en los videojuegos. Este cambio en la industria cultural es un claro reflejo de que la inclusión más que una idea ya es un hecho que se verá reflejado en miles de millones de mentes de las nuevas generaciones que son quienes consumen este tipo de productos, y quienes tienen en sus manos el futuro del mundo, lo cual es un gran comienzo y motivo para festejar.




El cómic lo pueden encontrar en el siguiente link: Cómic: Reflections de Overwatch (es gratis y lo pueden bajar en PDF para verlo más grande)

Gracias por leerme! Si te gustó la nota, compartila! Si opinás distinto, queda como siempre abierta esta publicación para el debate en los comentarios de acá abajo, siempre bajo el ala del respeto.

Hasta la próxima nota!

Goshi.

viernes, 16 de diciembre de 2016

"Hagan que 10 películas se sientan como si fueran 100"

Episodio I, II, III, Rogue One, IV, V, VI, VII y se aproximan el spin-off de Han Solo y Episodio VIII. Son algo más que 10 películas en la historia del cine, en conjunto son una especie de fenómeno cultural que atraviesa a la sociedad actual.

Pocas son las sagas que cobran trascendencia. Algunas, como Crónicas de Narnia, mueren en el camino por falta de convocatoria, mientras que ciertas películas intentan una segunda parte tan forzada que termina siendo un fracaso. Otras, continúan el formato de la trilogía, que pareciera resultar el más efectivo en la industria del cine. Pero si nos situamos en el fenómeno Star Wars o Harry Potter, nos encontramos con un monstruo fuera de lo común que atraviesa una o más de una generación entera.

En tiempos de tanta oferta de cosas distintas, ¿el éxito reside en traer algo más de lo mismo?

Ayer se estrenó Rogue One, la nueva entrega de la saga de George Lucas, que cumple un cierto formato de spin-off de lo ocurrido entre Episodio III y IV. Es una película con aspiración a romper la taquilla mundial y los records de las diferentes entregas realizadas durante el año por el resto de las franquicias como Marvel, DC o Warner. ¿Por qué? Quienes ya hayan estado investigando, pudieron notar que no hubo una sola crítica negativa respecto del estreno, lo cual es realmente llamativo ante el amplio espectro de críticos que circundan la web.

¿Cuál es el secreto de que una saga que está por cumplir sus 40 años continúe siendo un éxito a nivel mundial? Creo que tiene mucho que ver con respetar "lo que el fanático tiene ganas de ver". Es de público conocimiento que la saga original de los, hasta ahora, 7 episodios, cumple con un clásico formato de trilogías concatenadas por un lazo de sangre entre los personajes y cierta similitud en los hechos que ocurren en cada película. En la primera se descubre "una nueva esperanza", en la segunda se pudre todo y en la siguiente se resuelve para bien o para mal.

Episodio VII no escapa del espíritu de Episodio IV, pero a su vez no deja de innovar dentro de la misma estructura con una nueva historia, con nuevos personajes, locaciones, criaturas, droides y todo eso que nos encanta del universo que George Lucas nos legó. Como escuché hace unos días de parte de una de las periodistas que participaban en la charla de La Cosa Cine en la Comic Con, si al hacer una nueva película te alejás mucho de la esencia de las trilogías originales deja de ser Star Wars, si te acercás demasiado, ¿para qué la hacés? Se convertiría en más de lo mismo. Y es así como una nueva entrega se convierte en un laburo de artesano muy delicado y complejo.

Rogue One logra transformarse en una pieza magistral capturando la esencia de Star Wars desde su germen: la guerra entre el imperio y la alianza rebelde. ¿Cómo hace para convertirse en un éxito? Como una nueva propuesta con un formato completamente distinto, sin jedis, sin sables láser y con una historia paralela que tiene principio, desarrollo y final en una sola entrega. A pesar de sus diferencias con la saga original, es una película que ilustra el mundo de Star Wars en plena guerra, con escenas épicas, personajes queribles, humor sano y una trama atrapante, lo que la convierte en una gran película que encastra perfectamente con el resto de la saga. La ventaja de tratarse de un spin-off, es que el director pudo tomarse ciertas libertades respecto a los episodios, creando una película original pero completamente funcional dentro del mundo de Star Wars.

Harry Potter, por otro lado, evolucionó en tono y en su propia historia a medida que sus lectores fueron creciendo. Mismo ahora, en un mundo tan multitasking, atiende una necesidad de más material de diferente naturaleza y formatos al expandir el mundo mágico al resto del mundo y traer una nueva propuesta en forma de precuela, una obra de teatro y los libros con sus respectivos guiones. Se sabe que su capacidad de expansión es infinita, y que si JK Rowling lo sabe manejar puede seguir creando nuevas historias y nuevos personajes hasta el cansancio.

El éxito de las sagas que menciono creo que tiene mucho que ver con acompañar a sus seguidores. Tanto Harry Potter como Star Wars fueron cambiando su paleta de colores a medida que sus lectores y espectadores crecían y cambiaban de hábitos. Es así como una misma saga conviven películas aptas para niños, como son Episodio I y Harry Potter y la piedra filosofal, con películas oscuras o violentas como Rogue One o Las Reliquias de la Muerte.

Son sagas aptas para todo público, con un objetivo claro: que los padres induzcan a sus hijos para que crezcan con estas increíbles historias y que, de esta manera, la saga no muera nunca y pase de generación en generación, como me pasó a mí y seguramente a varios de ustedes.

El éxito entonces reside en adaptarse. Adaptarse implica escuchar a las nuevas generaciones, estar al tanto de las nuevas tecnologías, percibir qué es lo que se consume y lo que ha quedado obsoleto. Pero esto no implica innovar al nivel de perder la esencia. Renunciar a una esencia con tanto peso por algo nuevo es como perder el alma, y algo sin su propia alma es lo mismo que exista o que no, no tiene sentido de ser.

La fórmula está en conservar la esencia y adaptarse. No significa hacer más de lo mismo, sino apoyar lo distinto en las fortalezas que tiene aquello que tanto éxito generó. Rogue One es un gran ejemplo de esto, y espero que el spin-off de Han Solo siga esta misma fórmula.






Muchas gracias por leerme, y que tengan un muy buen fin de semana!

Hasta la próxima!

Goshi.

sábado, 26 de noviembre de 2016

No tan "strange"

¿Te estarás preguntando por qué FrikON está publicando notas tan seguido? Es que estamos en época de estrenos importantes del cine para el mundo friki y la manija puede más que cualquier otra cosa.

Este jueves, como les adelanté en la primera nota de este blog, se estrenó Doctor Strange, Hechicero supremo. Se trata de la nueva entrega perteneciente al universo de Marvel, la cual está protagonizada por Benedict Cumberbatch junto a un gran elenco. 

La película cuenta la historia de Stephen Strange, un neurocirujano súper exitoso y fanfarrón de su talento que pierde la habilidad de sus manos a causa de un trágico accidente. En su obsesión por recuperarla, se embarca en un viaje hacia el oriente en busca de una solución, pero se termina encontrando con un maestro que le enseña las artes místicas y lo ayuda a convertirse en un gran hechicero.

En cuanto a efectos, es una película que me voló la cabeza. Al introducir el mundo místico de Marvel, se jugaron con una estética surrealista fiel a los cómics y nunca antes vista en este tipo de películas. Casi todas las entregas que tuvo Marvel hasta ahora mantuvieron un tinte realista y con fuertes anclajes en el contexto temporal. Esta, en cambio, presenta distintos planos del multiverso con leyes que difieren de nuestro propio plano terrenal. A nivel estético, esto permite un sinfín de posibilidades en fotografía y diseño que Marvel supo aprovechar muy bien y por lo cual merece un reconocimiento.

Por otro lado, a nivel historia, no deja de ser una película paradójicamente lineal, que cuenta el origen del personaje, respetando la misma estructura que el resto de las películas de Marvel. Me permitiría decir que tanto DC como Marvel terminaron cayendo en una espiral de sus propios vicios, de los cuales les cuesta depegar.

Lo más interesante que tiene la historia son, por un lado, los guiños que la enganchan con el resto del universo, así como las pequeñas píldoras del mundo místico que lograron mostrar en esta primera entrega. Digo pequeñas porque, con Doctor Strange, Marvel está comenzando a ampliar su mundo cinematográfico a los distintos universos que ofrece en sus cómics, y esto es sólo una pequeña muestra de todo lo que tienen en su caja de herramientas.

Quizás lo más llamativo y atractivo sea el tinte humorístico del guión. Al tratar conceptos tan complejos, el chiste hace que una película que podría tranquilamente ser de culto, sea llevadera para quienes buscan en ella algo entretenido y hasta divertido.

¿Hay que verla? Si, definitivamente, y en el cine. Es una película que se aprecia del todo con una muy buena definición y está hecha para el 3D.

¿Para verla dos veces? Mmmmm... Como ya les dije, la historia es muy simple y no van a encontrar muchos más detalles de los que puedas encontrar en una primera lectura. Es una muy buena introducción del personaje con increíbles efectos visuales, pero no mucho más que eso. 




Doctor Strange, Hechicero supremo se encuentra en cartelera desde el 24 de noviembre en los cines de Buenos Aires. Vayan a verla, y cuéntenme ustedes qué les pareció.

Muchas gracias por leerme, nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

ATP - Apta para todo Potterhead

¿Segunda nota que escribo sobre el mundo de Harry Potter? Si! Es que el jueves pasado se estrenó en Buenos Aires la película Animales fantásticos y dónde encontrarlos, y no podía no hacer una reseña al respecto.

Antes de avanzar, quiero alertarlos de que esta nota estará cargada de spoilers. El que no vio la película, absténgase a las consecuencias si sigue leyendo a partir del tercer párrafo.



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Última advertencia: SPOILERS!
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Dicho esto, paso a contarles de qué trata la película y qué me pareció.

Dirigida por David Yates, Animales Fantásticos es el comienzo de una saga tipo precuela de la historia ya conocida sobre Harry Potter, en la cual, el joven mago Newt Scamander (conocido por ser autor del manual "Animales Fantásticos y dónde encontrarlos" que se utiliza en Hogwarts) viaja de Londres a Nueva York con una misión que no se devela hasta muy avanzada la historia. Lleva consigo una maleta muy especial de la cual se empiezan a escapar criaturas que Newt debe recuperar.

Pero eso no es todo. Resulta que en Nueva York de los años '20 rige una normativa muy rigurosa, la ley Rappaport, que dicta la prohibición del contacto o relación alguna entre los magos y los muggles (o no maj como los llaman de este lado del Atlántico). Esta ley, a su vez, adhiere al principio a nivel mundial de ocultar la magia de los muggles, lo que se opone a la ideología de uno de los magos oscuros más poderosos del mundo llamado Gellert Grindelwald.

¿Quién es Grindelwald? Si viste la película y no llegaste a entender de quién se trata, es porque nuevamente nos encontramos frente a una saga dirigida a Potterheads, lectores de los libros, llena de guiños que quien no estuviera empapado del tema se los pierde. Gellert Grindelwald es un mago oscuro de origen inglés de sangre pura cuyo objetivo a lo largo de su vida fue reunir las reliquias de la muerte para convertirse en el mago más poderoso de todos los tiempos, "el Señor de la muerte". Si, las reliquias de la muerte son los elementos que representa este logo tan famoso que adjunto aquí abajo y que aparece tanto en los posters como en una de las escenas más cruciales de la película. 





¿Explicarán la relación entre el personaje y las reliquias más adelante? No lo sabemos. Lo único que podemos saber es que los habituales lectores están mucho más avanzados en información que los que siguen solamente las películas.

¿Es una buena película? Claro que sí. Los diseños de las criaturas son espectaculares y los efectos más que acertados. La historia es muy llevadera con giros argumentales inesperados y cuenta con muchos guiños cómicos como la relación entre Queenie y Jacob, que ha capturado a más de un fanático como una de las parejas favoritas de las historias de Rowling. 

Hay que hacer una salvedad, en que las criaturas y animales fantásticos, protagonistas según el título de la película, no son más que una excusa para presentar el tema que realmente compete a esta saga. No digo que no tengan importancia, porque la trama se centra en uno de los seres más peligrosos, el obscurus; pero hay que admitir que la trama de las criaturas son el punto más flojo, aunque simpático, de la película. El verdadero nudo de la historia tiene que ver con Grindelwald y su obsesión por la supremacía mágica.

Lo otro que me queda por criticar de la película, y lo que me parece más grave, es lo que ya vengo mencionando. Así como ha pasado en casi toda la saga de películas de Harry Potter, Animales fantásticos y dónde encontrarlos deja muchas preguntas que los "muggles" no se sabrán contestar sin recurrir a los libros o los escritos de JK Rowling. 

Recordemos, por ejemplo, en el Cáliz de fuego, cómo la película termina con Harry preguntándole a Dumbledore qué había pasado en esa conexión que tuvo con Voldemort a través de sus varitas, a lo cual Albus le responde que fue por el Priori Incantatem. Todos los que leímos el libro sabemos perfectamente de qué se trata este hechizo, ya que Rowling le dedica unas cuantas líneas. ¿Y el resto de los mortales? Fue el cierre más enigmático de todas las películas de Harry Potter, y ni siquiera el fenómeno fue explicado en las subsiguientes.

¿Una película ATP? Si, como digo en el título, Apta para Todo Potterhead. Cualquier persona que la mire va a poder disfrutarla, porque es una película con un buen desarrollo y desenlace abierto que te deja enganchado para las próximas entregas, pero insisto en que tiene detalles que alguien que no conoce la historia de los libros se los puede perder, lo cual es una lástima.




Animales fantásticos y dónde encontrarlos se estrenó el jueves pasado y sigue en cartelera como éxito de taquilla mundial.

¿Ya la viste? ¿Cuál fue tu criatura favorita?

Gracias por leerme y nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Scenes from a memory: Literatura en 10/8

En la siguiente nota me permito alejarme un poco del mundo friki, para adentrarme en una de mis otras grandes pasiones: la música y su relación con la literatura.


Muchas veces escuchamos hablar de la idea del disco de una banda, el concepto que lo inspiró o el contexto que lo envuelve a la hora de producirlo, pero también existen ciertos álbumes que van mucho más allá del concepto y, más que una idea nos cuentan una historia. Esto nos dispara una pregunta muy interesante: ¿hasta qué punto un disco es sólo un disco, y no además una pieza de literatura o de ficción?

Uno de los discos que marcó mi adolescencia fue Metropolis pt. 2: Scenes from a memory de Dream Theater. Este álbum fue lanzado en el año 1999 con la incorporación de Jordan Rudess como tecladista de la banda, de la cual Mike Portnoy aún formaba parte como baterista y productor. Tal como su nombre lo indica, fue creado como una secuela de Metrópolis pt. 1: The Miracle and the Sleeper, quinta canción del segundo álbum de la banda, Images and Words.

Muchos lo definen como una ópera rock, ya que desde el vamos fue planteado como una secuencia narrativa de dos actos y cada tema corresponde a una escena diferente. Cuenta la historia de un muchacho llamado Nicholas que recurre a un hipnotizador para resolver un drama que lo atormenta de vidas pasadas. Este personaje, a través de la terapia, termina descubriendo que su vida está enlazada a la de Victoria Page, quien desde el pasado intenta transmitirle a través de las visualizaciones la verdad respecto a su muerte, muy distinta a la que cuentan los diarios. Un thriller contado de la mano de virtuosos del metal progresivo.

Lo que más me llamó la atención de este disco fue su estructura clásica literaria de introducción, nudo y desenlace. Cada uno de los temas cuenta una parte de la historia y están perfectamente encastrados entre sí desde lo musical y la lírica. Uno podría escuchar la obra completa como un único tema dividido en varias partes.

A nivel musical, la obra transita diferentes atmósferas rítmicas y de estilo que transportan al que la escucha por diversos escenarios según la parte de la historia que se esté narrando. Y no son sólo las notas y la letra los protagonistas de esta pieza. Dentro de la composición de los temas, podemos encontrar una gran cantidad de efectos de sonido y narraciones en off que nos remiten a un ambiente teatral o de radionovela.

Ya en sus primeros dos temas, Regression y Overture, se puede detectar la variedad de recursos que utiliza: un primer tema con un texto narrado desde el personaje del hipnotizador seguido de una balada, y un segundo tema completamente instrumental. Overture, en particular, lo podría definir como un viaje a través de diferentes planos reflejado en notas musicales. Es imposible no transportarse a otro lugar al escucharlo.

El estilo cambia completamente cuando empieza a sonar Beyond this life, sexto tema y el que mejor considero del disco. La guitarra de Petrucci toma protagonismo con una batería violenta en diez octavos, mientras la lírica replica la narrativa de un periódico casi en el mismo tono en que se lee un telegrama. La técnica y los recursos permiten imaginar esas escenas de forma muy fácil, como si se tratara de una película que se estuviera proyectando dentro de nuestras cabezas.

El primer acto termina con Through her eyes, otra de las baladas del disco que retoma  el estilo del primer y cuarto tema, haciendo referencia a los pensamientos del protagonista ubicado en el presente.

Pero el climax del álbum, el verdadero nudo y punto álgido de la historia se encuentra en el tema 7 del disco, Home. Es en este tema en el cual el personaje de Nicholas empieza a sospechar que hay algo más allá de lo que sabe de Victoria y siente la necesidad de seguir investigando. Aunque pinta un escenario dentro de la misma paleta de colores que Beyond this life para hacer referencia a la muerte de la muchacha, esta pieza resume en una sola canción todos los estados por los que pasan los personajes y no en vano coincide con el comienzo del segundo acto. Por momentos me pregunto si era necesario apelar al gemido literal para dar a entender la escena de sexo dentro de la historia, pero por otro lado lo considero un recurso válido que suma al imaginario de quien escucha.

El virtuosismo del disco llega de la mano de Dance of the eternity, tema instrumental en el cual ponen toda la carne al asador para dar lugar al desenlace de la historia. A diferencia de las demás canciones del disco, este lo considero más abstracto y difícil de traducir en imágenes. Está mucho más pegado en composición y estilo a Metrópolis pt. 1 que al resto de las canciones de Scenes from a memory

Los últimos tres temas vuelven a la estética del primer acto: balada simple seguida de arpegios y compases complejos. El tercero, Finally Free, vuelve a recurrir a los recursos sonoros como disparos, audios en off, gritos y vidrios rompiéndose, como si nos obligase a retomar esta práctica de imaginar la escena a medida que escuchamos el tema. No les voy a spoilear el final, pero tiene un giro argumental muy interesante que motiva al oyente a volver a escuchar el disco para prestar más atención a ciertos detalles que en una primera escucha pueden pasar de largo.

Scenes from a memory termina siendo casi una obra filmográfica. Nos brinda todos los recursos necesarios para armar la película, sólo nos queda a nosotros como oyentes colocar las fotos de los hechos usando la imaginación.

Creo que de a poco las barreras que separan los diferentes tipos de arte se están diluyendo. Lo pudimos ver de forma muy clara en la premiación por el Nobel de Literatura a Bob Dylan, y lo vemos en este tipo de canciones que buscan hacer algo más allá de deleitar los oídos con una armoniosa melodía, como contar una historia o transmitir un mensaje.

¿Cuántas canciones nos transportan a diferentes paisajes, nos transmiten aromas, nos cuentan aventuras o nos hacen vivenciar sensaciones como si fuésemos los protagonistas? Scenes from a memory lo considero, más que un disco, una pieza de arte multisensorial que se puede plasmar en diferentes formas de expresión. Y no, no es solo música; es texto, es imagen, es también literatura, cine y un poco de teatro. Es todo lo que la imaginación del oyente puede llegar a interpretar a partir de su conjunto de canciones.


Pocos artistas que he escuchado con la misma intención han logrado una pieza tan uniforme en un álbum como Dream Theater. Muchos se basan en conceptos o en historias cortas que se cierran dentro de canciones y no se transmiten al resto del disco. Creo que los artistas tienen allí un nicho muy rico que pueden atender y espero que muchos se animen a tomar el desafío de crear una obra maestra como es el caso de Scenes from a memory.



Si quieren escuchar el disco, lo pueden encontrar en youtube, en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=o4WAc6mUNT0 

Muchas gracias por leerme!

Los espero en mi próxima nota,

Goshi.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

De héroes y villanos...

Hoy vengo a confesarles que nunca confié del todo en los superhéroes.  

Siempre me gustaron más los villanos de las sagas, no por verme representada en sus ideales, sino porque admiro su convicción y me resulta atractiva esa testarudez retorcida de hacer lo que sea con tal de llegar a cierto objetivo. En cambio, los superhéroes me parecen medio grises. Muchos de ellos obtuvieron sus poderes por accidente, otros se entrenaron con el afán de superar un trauma o por venganza, y algunos tuvieron la suerte de caer en una ciudad desafortunadamente rota.

Quiero aclarar que admiro desde pequeña la predisposición de los héroes al servicio y al sacrificio por los demás, pero siempre me pregunté, ¿lo hacen por poder, por una carga de responsabilidad o por real convicción?

Sabemos muy bien que, por ejemplo, Batman empezó a combatir el crimen por el deseo de vengar la muerte de sus padres, Peter Parker tuvo esa necesidad de justicia con su tío, y Tony Stark... bueno, es Tony Stark, con ese afán por la autosuperación tecnológica y la ostentación.

Podríamos encontrar entre los héroes un alma noble en Gokú, dispuesto a sacrificarse por la humanidad, o defender a un tal Capitán América por su firme lealtad al país, lo que lo convierte en soldado dispuesto a darlo todo, pero ¿qué los lleva a tomar esa decisión de enfrentarse a los males más grandes del mundo? ¿El amor por la humanidad?

Una de las teorías que más odié en la facultad es la pirámide de Maslow, pero aplica a lo que quiero contar, así que se las explico brevemente: Maslow define que todo ser humano se comporta a partir de una escala de necesidades que tiende a satisfacer para lograr su completitud. Desde la necesidad más básica a la más superior encontramos las fisiológicas, las de seguridad, afiliación o social, de reconocimiento y, por último, la necesidad de autorrealización.

La necesidad de reconocimiento corresponde a ese deseo del espejo, que la otra persona reconozca el éxito o los logros de uno mismo. La autorrealización, en cambio, pertenece a un nivel superior, donde uno mismo se siente satisfecho por cumplir un objetivo sin la mirada del otro. Sería el ideal de motivación: uno se guía por sus propios valores y principios.

¿Cuántos héroes hemos visto actuar en pos del reconocimiento del otro y cuántos villanos moverse por automotivación? No digo que no ocurra lo opuesto, sólo que muchas veces solemos encasillar a los héroes como seres de luz, que actúan por el bien de la humanidad cuando su motivación puede ser tranquilamente un argumento egoísta.

Entonces, si hay héroes tan ambiguos y villanos tan convencidos de lo que dicen y hacen, ¿qué es lo que diferencia a un héroe de un villano? ¿Qué tan bueno o qué tan malo es con las personas? ¿La causa por la que lucha?

Una frase que me gusta mucho dice:

"There are no heroes, no villains, just people with different agendas".
- No hay héroes, ni villanos, sólo personas con objetivos diferentes -
Ben Urich - Daredevil

Y coincido mucho con esa frase.

¿Hasta qué punto un ideal es correcto o incorrecto cuando se está realmente convencido con lo que se piensa? No todo es blanco, no todo es negro. A veces lo que ocurre es que uno está parado de un lado y le toca enfrentar a alguien que se encuentra del otro. La pregunta es qué tan tolerantes somos con los del otro lado y qué tan dispuestos estamos a cruzar la línea y atacar al otro o respetar su forma de pensar y quedarnos en el molde. 

Creo que es la intolerancia lo que nos convierte a todos un poco en "villanos".






Gracias por leerme, estoy atenta a sus comentarios.

Nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

domingo, 30 de octubre de 2016

"Otro domingo sin GoT"

Existen varias clases de seriéfilos. 

Por un lado, tenemos al sujeto que está pendiente del estreno de la última serie y se mira capítulo a capítulo, semana tras semana en forma de ritual. Esta persona tiene todas las suscripciones necesarias contratadas y con el pago al día dado que es incapaz de perderse un sólo capítulo. Para este sujeto no existen los domingos a la noche. Cualquier otro plan que surja es cancelado y no hay prioridad mayor durante esa hora que la de estar sentado frente al televisor con el corazón en la garganta por saber lo que va a pasar. Espera año tras año el estreno de la temporada con tanta ansiedad que hasta puede ser capaz de contar los días que faltan.

Pero también están los desafortunados que por X o por Y no pueden ver la serie ese mismo día o a esa hora. Estos son campeones olímpicos en esquivar spoilers. Están atentos a la serie durante las primeras horas desde que estrenó el capítulo y al mismo tiempo no quieren saber nada de lo que ocurrió. Saben perfectamente a qué hora y en qué minuto exacto está disponible por internet para verla lo antes posible en una carrera contrarreloj contra el gil que ya lo vio y no puede controlar sus dedos en publicar una opinión de lo que pasó o llorar por Twitter por el que se murió. Y si no lo saben, lo averiguan, pero no pierden tiempo porque saben que el peligro del spoiler es inminente.

En tercer lugar, está aquel que espera a que termine una serie para engancharla por Netflix o bajarla por torrent y le dedica exclusivamente una o varias tardes para mirarla en formato maratón. Este es un perfil más relajado, no aguanta la ansiedad del semana a semana y prefiere ver la serie de un tirón. 

Sinceramente, envidio a esta tercer clase de seriéfilo. Se toma su tiempo para mirar una serie y cada vez que lo hace se sumerge en una especie de nirvana que lo transporta por varias horas a otro mundo como ocurre al momento de leer un libro. 

Yo, en cambio, me considero de la primer clase, no sólo con las series sino también con el cine. Me cuesta mucho ver una película cuando la sacan de cartel, y con las series me cuesta mucho encontrar el momento para sentarme y disfrutarlas como me gustaría. Es por ello que prefiero el ritual del estreno, estar ahí, en el momento.

Con la última temporada de Game of Thrones me tomé este ritual muy en serio. Todos los domingos nos juntábamos en casa con varios amigos tipo 9 de la noche, con el tiempo suficiente para preparar una rica cena y dejar todo listo a las 10 para estar ya sentados sintonizando HBO. Teníamos una regla muy clara: al que llegaba una vez comenzado el capítulo no le abríamos, por lo que varias veces tuve que correr en el ascensor 21:59 rogando que no me perdiera alguna escena por culpa del impuntual.

Mi casa no era la única anfitriona. Tengo varios amigos que se juntaban por su cuenta en la casa de uno o de otro con el mismo fin, con los que luego de terminar el episodio cruzábamos intensos debates por whatsapp sobre lo que acababa de ocurrir y nos compartíamos una infinidad de memes que salían a la luz.

Si uno se lo pone a pensar, en el momento de estreno de cada capítulo de una serie como Game of Thrones habría cientos y cientos de hogares cumpliendo el mismo ritual de manera simultánea, como si toda una comunidad se juntara a ver lo mismo en diferentes lugares. Muy loco, ¿no?

Sonará increíble, pero no es la primera vez en la historia que ocurre un fenómeno parecido.  

En 1920 los Locos de la Azotea fueron los encargados de la primera transmisión de radiodifusión en la Argentina. Los aparatos eran caros, difíciles de conseguir, por lo que algunas familias se juntaban en diferentes casas para escuchar los programas que se emitían. La radio se convertía también en una excusa para unir a la familia escuchando las radionovelas en torno a la radio que se ubicaba en medio de la sala. Se generaba un clima de comunión ameno que antes de la aparición de la radio no existía más que en las tertulias o los almuerzos de familia. 

Luego ocurrió lo mismo con la televisión. Los programas tenían un horario fijo en la semana y la limitación de las nuevas tecnología hacía que la gente se juntara para compartir ese momento. No había un medio accesible que grabara esos programas para verlos luego de su emisión en vivo. A lo sumo, se repetían en otro horario para llegar a más televidentes y oyentes. 

Hoy en día, tenemos la posibilidad de consumir ciertos programas de radio como de televisión en diferido, subidos en diferentes canales y compartidos de forma masiva por medio de Internet. Lo que aún conservamos, es esta especie de ritual por conseguir la primicia de lo ocurrido en nuestra serie favorita.

Internet, además, favoreció este fenómeno gracias a la nueva "cultura del spoiler". Todo el tiempo estamos conectados a través de las redes sociales con gente de todo el mundo que publica opiniones de lo ocurrido en cada episodio, en cualquier momento y lugar. ¿Falta de solidaridad con el otro o está en todo su derecho? ¿Hay gente que lo hace a propósito? Esto corresponde a otro debate, pero sabemos que si no estamos al día nos podemos llegar a perjudicar y perdernos la magia de la sorpresa. ¿De qué manera podemos evitarlo? Verlo lo antes posible, si se puede el mismo día mejor, o alejarnos 100% de las redes sociales que hoy en día es casi imposible. 

Muchos nos respaldamos en estos rituales, como si volviéramos al 1920. Nos refugiamos en la casa de aquel que tiene HBO, o una buena conexión a internet para verlo en streaming. Al fin y al cabo, es una buena oportunidad para juntarnos, para vernos con amigos o en familia como hacían en aquellas épocas en las cuales Netflix no existía.

Hoy, para mi, es "otro domingo sin Game of Thrones", y más que esperar la próxima temporada para ver qué pasa con Jon Snow estoy más ansiosa por juntarme con mis amigos para otra vez estallarnos de risa, enojarnos, comer (importantísimo) y llorar juntos.





Gracias por leerme, espero que les haya gustado! 

En esta oportunidad quiero también leerlos a ustedes en los comentarios: ¿Qué clase de seriéfilo son? ¿Qué opinan de los spoilers? ¿Cuál es la serie que más les gustó de las que vieron hasta ahora?

Nos vemos en la próxima nota!

Goshi.

miércoles, 19 de octubre de 2016

El legado maldito

Según la Real Academia Española, el término "legado" se define como "aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial".  


La ambigüedad de esta definición me permite pensar en cualquier cosa, desde una herencia, una característica, un objeto valioso hasta el mismo color de ojos, pero en las historias de ficción esta idea de legado figura como algo más que eso, cobra cierta relevancia. 

En varias sagas, series y películas me encontré con el recurso de la figura clásica de este personaje, hijo de tal o nieto de fulano, destinado a seguir los pasos de su padre o arreglar lo que hizo o le faltó hacer. Es como si hubiera algo escrito en el ADN de cada uno que nos demandara a hacer algo particular en nuestras vidas, desde una misión escueta, hasta la salvación de la raza humana sólo por el hecho de haber nacido en "x" familia. Mucha responsabilidad, ¿no?

La escritora británica J.K. Rowling plasma este concepto en la traducción al español del título de su nueva obra "Harry Potter y el legado maldito". Se trata del guión de una puesta de teatro en la cual se cuenta la historia de los protagonistas de la saga junto a sus hijos. Lo terminé hace poco y me re gustó, le hace justicia a la saga y a la esencia de los personajes originales, y los nuevos complementan muy bien el estilo.

El argumento de la obra arranca 19 años después de la Batalla de Hogwarts, momento en que Albus Severus Potter arranca su primer ciclo lectivo en el Colegio de Magia y Hechicería con un gran peso sobre los hombros: ser hijo del famoso Harry Potter. La presión que le provoca el sólo hecho de llevar el mismo apellido se ve reflejada en su manera de actuar a lo largo de la obra y en las acciones que realiza frente a sus amigos, sus compañeros y profesores. Por momentos llega a pensar que no es el hijo que su padre merece y eso lo coloca en conflicto consigo mismo.

No les quiero adelantar mucho del libro, quienes lo leyeron saben cómo termina y a qué se refiere con esto del legado, pero por momentos, al igual que el resto de la saga se habla de ciertas profecías relacionadas con el destino de cada uno de los personajes. 

Como si fuera poco, nuestro legado pareciera no sólo estar escrito en la sangre, sino también en bolas de cristal y borras de café que leen nuestro futuro. ¿Queda alguna duda de esta idea de destino?

Harry Potter y su linaje no fueron los únicos afectados por este concepto. Varios autores se aferraron a la idea del legado para diseñar historias muy complejas, como lo podemos ver en la saga de Star Wars.

Luke Skywalker, hijo de Anakin, mejor conocido como Darth Vader, es accidentalmente (¿o forzado por el destino?) convocado por la Alianza Rebelde para destruir a su padre y frenar el imperio. Por herencia de Anakin y los midiclorianos en sangre, el pibe se convirtió en Jedi en muy poco tiempo con la ayuda de Yoda y terminó salvando la galaxia de uno de los Sith más poderosos de la historia.

Incluso, varias novelas publicadas antes de las precuelas sugerían que la sensibilidad a la Fuerza era un fenómeno biológico y hereditario. En Episodio VIII se puede observar cómo Leia, hermana de Luke, admite que también tiene esta sensibilidad, sólo que, al no haber sido entrenada, no pudo convertirse en Jedi.

Vale aclarar que creo que George Lucas, a quien admiro muchísimo, tiene una obsesión particular conque todo quede en familia.

Tampoco podemos olvidar mencionar el caso particular de Frodo Bolsón, quien siendo un pariente muy lejano de Bilbo, se emprendió a cumplir su tarea pendiente cruzando toda la Tierra Media para destruir el Anillo Único antes de caer en manos de Sauron. En algunos blogs se menciona que fue destinado a destruir el anillo cuando lo heredó de Bilbo. Vuelven a aparecer las mismas palabras: herencia, el legado, el Monte del "Destino". 

¿Todos estos actos corresponden al legado que les fue transmitido o eligieron a conciencia tomar ese camino? 

Creo firmemente que lo que podemos llamar "legado" se compone por las posibilidades que se nos presentan por ser quienes somos, por nuestra identidad y nuestra historia, frente a las cuales tomamos decisiones sobre qué hacer. 

¿Por qué creo esto?

Tanto Luke como Leia tenían ese don hereditario, sin embargo, aunque ambos lucharan por la misma causa, sólo uno de los dos decidió convertirse en Jedi. Cada uno eligió de qué manera hacer frente al Imperio.

Pero el ejemplo que considero más claro para mi intención de romper con el concepto de legado es lo que ocurre en Harry Potter. En su primer día de clases eligió ser Gryffindor por sobre Slytherin, convenciendo al Sombrero Seleccionador acerca de el camino que él quería transitar en Hogwarts. A su vez, fue realmente Voldemort quien hizo real la profecía al elegir a Harry como su rival, cuando el personaje de Neville cumplía con los mismos requisitos. Aquí se pone en duda cuán veraz era la profecía o si fue la decisión de Voldemort lo que llevó a Harry a convertirse en "el elegido" y derrotarlo. 

¿Y si nos ponemos a pensar en el uso del giratiempos?

Con estas percepciones, la idea de destino se vuelve un tanto confusa, ¿no?

La idea de "legado maldito" quizás corresponda a un intento de deshacernos de una responsabilidad. Puede incluso llegar a funcionar como un título a eso que nos pasa cuando no queremos hacernos cargo de las decisiones que tomamos y decimos "esto es lo que me tocó, no puedo escapar de ello y lo tengo que hacer, no puedo cambiarlo". 

En un mundo tan cambiante es casi imposible pensar en la idea de un destino prefijado, o del mandato heredado. Ser hija o hijo de, nacer en tal lugar o en cierta época forma parte de nuestra identidad, pero es la personalidad lo que nos va formando en carácter y nos permite tomar las riendas del caballo. 

Lo que también es cierto es que todas y cada una de las historias que componen este mundo podrían haber sido de otra manera, tomar diferentes rumbos, si las decisiones tomadas por sus protagonistas hubiesen sido otras. Y esto confirma que el destino no lo tenemos escrito en la sangre y que nosotros, día a día, vamos forjando nuestro propio destino según cada paso que damos: Somos protagonistas y a la vez creadores de nuestra propia historia.




Muchas gracias por su tiempo y leer mi nota, espero les haya gustado!

Que tengan un muy lindo miércoles, a pesar de la lluvia, y los espero en mi próximo artículo.

Goshi.

miércoles, 12 de octubre de 2016

El plus de compartir

Antes de empezar a explayarme en este extraño y complejo mundo, me quiero presentar: Mi nombre es Agostina, mis amigos me dicen Goshi, tengo 25 años y estoy cursando los últimos años de la Licenciatura en Relaciones Públicas. 

Edad difícil la de los 25. Es una especie de transición entre la adolescencia y la adultez propiamente dicha, comúnmente denominada como adolescencia tardía. Nuestros padres a los 25 quizás ya estaban casados, recibidos, con hijos, tenían su propia casa, y ni hablar de nuestros abuelos. Nosotros en cambio acá estamos, muchos estudiando, muchos viviendo con nuestros padres, algunos en crisis sobre qué hacer de sus vidas, otros completamente encaminados o viajando por el mundo buscando una respuesta a esa pregunta que tan seguido nos hacemos.

Habiendo tantas diferencias entre una generación y otra, sobretodo por el avance de la tecnología, es normal y muy común que haya una barrera comunicacional muy clara. Los códigos que tenemos son distintos, las costumbres que llevamos son completamente diferentes, quizás algunos gustos sean compartidos, pero lo que más cambia de generación a generación son las experiencias vividas. 

Ayer tuve la suerte y el gusto de participar de un evento en el IMAX sobre la próxima película a estrenar perteneciente al Universo Marvel: Doctor Strange. Este evento fue organizado por Disney en conjunto con La Cosa Cine, donde pasaron un adelanto exclusivo de la película a estrenarse el 24 de noviembre luego de una exposición muy rica acerca del personaje, que no es tan popular dentro del rubro. Los adelantos estuvieron increíbles, realmente fue un evento muy agradable y divertido.

Cuando llegué a mi casa, le conté a mi madre sobre el evento, lo que me llevó a contarle acerca del personaje el cual ella desconocía. De esta conversación surgió algo muy curioso. 

Mi madre es creyente y practicante de reiki, práctica muy compleja de explicar en un solo posteo, pero que trabaja básicamente con la energía y los distintos planos (¿les suena conocido el término "plano astral"?). Cuando le conté los poderes de Doctor Strange, que a mi me parecían fascinantes, ella asentía con su cabeza como si se tratara de algo sumamente normal. Y allí me detuve. ¿Cómo podía seguir explicándole sobre los poderes de un superhéroe a alguien que los entendía mucho más que yo? Lo que era una charla explicativa pasó a ser una conversación de igual a igual, de intercambio de experiencias, de la cual aprendí mucho y pude extraer que ese universo no era tan extraño y supraterrenal para mi madre como a mi me parecía.

¿Cuántas veces pensamos que el mundo de los cómics, las películas, los dibujos animados son algo que pertenecen a nuestra generación y que el "adulto" no puede llegar a comprender? Doctor Strange se basa en un cómic escrito en los años 60, una época gloriosa donde la psicodelia empezaba a intervenir todos los campos de la vida común, incluyendo la música y el arte. Yo, que soy de la generación de los 90, apenas puedo llegar a comprender algo de esa época por lo que mis padres y profesores me contaron. Entonces, ¿cuánto más podemos aprender cuando compartimos nuestros conocimientos con el otro que vivió otras épocas, con otras experiencias, vivencias y costumbres? 

A partir de esta charla llegué a la conclusión de que una película, un cómic, un libro, sea escrito o realizado en el año que sea, puede ser una herramienta de conexión intergeneracional donde cada miembro de una generación distinta puede aportar su interpretación, sus conocimientos y experiencias para comprenderlo desde diferentes puntos de vista. El único esfuerzo necesario es compartir, conversar, contarle a tus padres, tus abuelos, tus tíos, futuros hijos sobre tus gustos por más raros que te parezcan. El otro esfuerzo es escuchar, aceptar el punto de vista de la otra persona. Quizás, te podés llegar a sorprender acerca del nivel de aceptación que pueda tener el otro. Quizás no, pero el intento lo vale y te da una percepción más amplia de las cosas.

Esto que descubrí ayer en una charla cotidiana es lo que me llevó a escribirles a ustedes, animarme a arrancar con este blog y compartirles mi punto de vista sobre algo que me apasiona: El complejo e infinito mundo friki.







Muchas gracias por tomarse el tiempo y leer, los espero en mis próximos posteos,

Que tengan un muy buen miércoles!

Goshi.